jueves, 27 de junio de 2013

Antecedentes y estado actual del problema

 ¿Cómo se originó la contaminación del aire y cuándo empezó a ser un problema?

Siempre existió la contaminación del aire a pequeña escala. Se piensa que la primera vez que el hombre lo contaminó fue cuando empezó a usar el fuego. Al principio, el hombre vivía en grupos nómadas pequeños que no se establecían permanentemente en un lugar, por lo que el daño que causaban era mínimo. Pero con la sedentarización llegó un mayor impacto ambiental y el agotamiento de combustible para generar fuego.

En Europa, durante los siglos XII y XIII, la obtención de madera para el combustible se tornó más difícil, por lo que se empezó a utilizar el carbón, que existía en grandes cantidades y era de lenta combustión. El oscuro humo denso que producía se consideró simplemente como una desventaja menor. En 1272 Eduardo I de Inglaterra  prohibió la quema de carbón en Londres, cuando la contaminación atmosférica en la ciudad se convirtió en un problema.

A mediados del siglo XVIII, comenzó la Revolución Industrial y el movimiento se expandió rápidamente por todo el mundo. Las industrias emergentes requerían energía, lo que significaba la combustión del carbón y otros combustibles fósiles que aumentaron la contaminación del aire y trajeron nuevas amenazas para la salud.  Además, muchas industrias incluyeron procesos químicos que generaron más contaminantes tóxicos. La Revolución Industrial es, de hecho, la que inició la contaminación como un problema ambiental. El carbón era la fuente principal de calor, energía y contaminación en el mundo, pero empezó a tener competencia cuando en 1859 se inició, en Pensilvania, la perforación del pozo petrolero. La refinación de petróleo y la industria automovilística crecieron enormemente en el siglo XX, lo que empeoró las cosas aún más.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el problema de la contaminación tomó mayor importancia debido a la lluvia radiactiva, producto de las guerras y ensayos nucleares.  La contaminación radiactiva, que apareción con el desarrollo de la ciencia nuclear, puede permanecer en el ambiente por millones de años. 

Ensayo nuclear, 1962.
Ataque nuclear a Hiroshima, 1945.


Vale la pena aclarar que la mano del hombre y la era tecnológica no son los únicos culpables de la impureza del aire. Se estima que cuatro erupciones volcánicas recientes (Krakatoa, 1883; Katami, 1912; Hekla, 1947; y Chichón, 1982) han arrojado más gases y partículas a la atmósfera que el hombre a lo largo de su historia. Sin embargo, la industria del transporte, con sus quemas de combustibles fósiles, se considera hoy como la causa principal de contaminación. 

Estado actual 

Especialmente en cuanto al calentamiento global, la contaminación del aire es considerada hoy en día como un problema mundial. Lo que una vez fue una molestia se convirtió en una amenaza para la calidad de vida de las personas. Muchos gobiernos y organizaciones tomaron medidas con respecto a este problema para la reducción de la emisión de dióxido de carbono y otros gases o para concientizar a los habitantes sobre el tema. En la actualidad, muchas personas hacen su parte mediante el reciclaje o el menor uso de los medios de transporte urbanos, por ejemplo. También, la creciente evidencia de la contaminación, junto con un público cada vez más informado han impulsado el desarrollo de los movimientos ecologistas. 

Lamentablemente, muchas de las consecuencias que hoy en día existen nunca se sospecharon, y las observaciones al respecto que se presentaron fueron, muchas veces, menospreciadas. Solo recientemente el hombre comenzó a tomar conciencia de la importancia del problema y la magnitud de ayuda requerida para resolverlos; y ha usado nuevas tecnologías para contrarrestar los problemas que esta ayudó a crear. 

La Segunda Guerra Mundial provocó muchos estudios sobre la radiactividad para identificar los efectos de la misma en el ser humano. Hoy en día, la toxicología es una herramienta esencial en la lucha del hombre por comprender los efectos adversos para la salud relacionados con los contaminantes del aire. A fines de los años cincuenta, el analizador infrarrojo no dispersivo se popularizó para estudiar las emisiones de los automóviles, y se desarrollaron métodos para proporcionar análisis químicos de contaminantes gaseosos, que se usan en la actualidad para detectar la mayoría de contaminantes del aire.

www.verdelogia.wordpress.com

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